viernes, 28 de agosto de 2009

El Señor

Lo vi todo, el señor primero comenzó a tener extraños movimientos de cabeza, daba la sensación que se le caía y el con mucho esfuerzo y brusquedad hacía la fuerza contraria para mantener su cabeza en una posición aceptable para no quedar dormido. Luego, lentamente, sus ojos comenzaron a cerrarse y por más que hiciera lo que hiciera el sueño iba apoderándose de él.
No le di importancia a la situación hasta que comencé a escuchar al señor roncar, si, el señor roncaba, roncaba fuerte. Las paradas pasaban y mi preocupación crecía, tal vez el hombre se haya pasado y el jefe harto de verlo llegar tarde por lo mismo día tras día, termine echándolo, o simplemente tal vez no sea mi problema y que el señor se joda por salir tanto de joda… pero tal vez tenga como cuatro trabajos porque tiene muchos hijos y una esposa con una pierna más corta que la otra…
Unas cuadras antes de bajar, decidí despertarlo, no le iba a decir ni buen día ni nada, solamente un… -señor se quedo dormido. Seguido de un pequeño contacto de mi mano y su hombro para asegurar su vuelta el mundo.
Cuando me disponía a llevar a cabo lo planeado, el celular del señor comenzó a sonar, este volvió en si como asustado, miro para todos lados avergonzado, se limpio el hilo de saliva que había despedido su boca entreabierta y se dirigió a la puerta trasera del colectivo. El señor bajo frente a una construcción y muchos señores vestidos como él, lo saludaron y juntos entraron a ese al lugar.