martes, 28 de julio de 2009

EL desubicado

El la miraba fervorosamente, sus ojos encendidos de deseo se posaron sobre su figura admirando cada detalle de su estética. Ella ignoraba su mirada pesada, esa mirada que habla sin cesar pero que no se escucha.
El se impacientaba, las paradas pasaban, la gente subía y bajaba aunque el tiempo pareciera no pasar, y el solo hecho de que ella siga ignorándolo lo ponía cada vez más loco, mas frenético, hasta que él se animo y dijo:
“ Ey rabiu ”, porque no bajamos juntos y apretamos un rato he? Dale muñeca, te pago un chori pan si queres?, “vamos bajemos y apretemos un ratito” ( y así continuo hasta la bajada de ella)
Ella se sonrojo de tal manera que no pudo contestarle nada, solo quiso desaparecer de ahí en ese instante. Su incomodidad fue tal que hoy esta aquí contando su historia.

jueves, 23 de julio de 2009

Pereza

Es muy dura la batalla que se libera entre el perezoso y el bondi, mas cuando el bondi se convierte en una especie de cuna gigante y nos mece en vez de llevarnos haciéndonos caer en un estado de ensueño, llevándonos a un tire y afloje constante – dormido – despierto – dormido – despierto.
Los parpados se hacen pesadísimos, se nos avecinan bostezos laargos y relajantes hasta que perdemos el dominio de nuestro cuello y comenzamos a cabecear.
Algunos cabecean hacia delante, otros cabecean hacia abajo, también los hay los que cabecean hacia atrás y/o arriba. Pero son los que utilizan la ventana como almohada los que se llevan mis felicitaciones, aquellos pasajeros que poseen la capacidad de dormir tan plácidamente en el bondi como en sus camas, aquellos que poseen un segundo reloj biológico que los despierta en el momento justo de su descenso, (capacidad digna de admirar!!).
Historia verídica de un gran perezoso:
Tomas tomaba el bondi 131, no hacia ni dos cuadras que ya caía bajo los encantos de la cuna gigante y se dormía profundamente todo el viaje. Como su pereza era demasiado abrupta, y no había reloj biológico ni mecánico que lo despertase, empleaba las vibraciones de la ventana como despertador. Entonces, en el momento que el bondi pasaba por unas vías cerca de su casa generaba las vibraciones suficientes para que el se despierte y se baje en su parada. Ahora supongo que utilizara el celular como despertador, pero no estoy seguro si ha modernizado sus métodos.

miércoles, 15 de julio de 2009

La cortesia

No es muy difícil ser caballero en el bondi, aunque muchas veces se peca de insolente por intentar ser cortes. A veces se ofrece el asiento a una persona mayor con una sonrisa amable y se recibe una mirada fulminante como respuesta, entonces surgen esos debates mentales - “ será esa vieja lo suficientemente vieja para ofrecerle el asiento? La habré ofendido?” otros de los dilemas se dan con las personas con sobre peso “ estará embarazada o será gordita?” - y meter la pata en esto es como pisar una mina en un campo minado.
La cortesía bondinezca es una de las más nobles y se ha ido perdiendo un poco en el tiempo, pero siempre hay alguien que da la nota, siempre hay un gesto de bondad que nos hace creer que aun hay códigos, que aun hay respeto de la gente por la gente. Y si nadie se levanta y se cree que se está por tocar fondo se escucha el grito del chofer - “ que alguien le dé un lugar!!!” - y se ven sus ojos furiosos en el espejo que no se han de quitar hasta que no aparezca lo solicitado y se haga justicia.

Inconcientes

me gusta la idea de registrar las cosas que uno piensa cuando va en el colectivo, que pareciera que es tiempo muerto, perono, viste que uno allí inventa soluciones, se pelea con la gente que no quiere, analiza la sociedad a través del gesto de una persona, elabora hipótesis maravillosas que despues quiere recordar y no puede... es una estado como de duermevela, ni dormido ni despierto, de plena producción inconciente podríamos decir. Inconciente de cualidad (son pensamientos que no se controlan) e inconcientes de calidad (provienen del mismísimo sistema psíquico inconciente!!)

lunes, 13 de julio de 2009

Nicassio

Existía en la ciudad de Rosario un sujeto llamado Nicassio. Digo existía porque ya ha fallecido.
Nicasio era un linyera, tan obscuro como Charles Bukowski, y vivía en ese mundo real donde la fantasía y el alcohol se entrelazan todo el tiempo.
Una vez, cuentan, Nicassio sube al bondi luego de una noche larga, Y en medio de la despereza y de la resaca comienza a ver el terror en los rostros de los pasajeros, ve la cara estupefacta del chofer y se percata del rechazo de todos. Se sienta y ve que todos se le alejan, eso era algo normal ya que su aspecto rudo y la falta de un baño eran prominentes cuando de pronto se ve sangre en el estomago, mucha sangre vertida verticalmente a lo largo de su torso, se toca el estomago y nada, se toca el pecho los brazos y nada, se toca la cabeza y nada, se toca el rostro y emite un grito de dolor aterrador!!!
Nicassio tenía la nariz completamente destrozada, algunos aseguran que la tenia dada vuelta. El nunca supo el por qué de su nariz destrozada, nunca pudo recordarlo, pero si ha recordado aquella tarde una y otra vez donde sin premeditarlo asusto a todo un colectivo entero, volviéndose así leyenda, volviéndose así inmortal.

domingo, 12 de julio de 2009

Los curiosos

Nunca es medible el nivel de curiosidad de la gente, menos de los que viajan en bondi bajo la onda “ paseo de fin de semana” que se extralimitan y rompen con los cromosomas éticos morales de la conducta colectivezca (andar callado, meditando sobre cosas profundas o sobre nada pero con actitud de meditando)…
Que paso ahí?, exclama el chofer, automáticamente los curiosos encendieron sus radares y algunos levantaron sus traseros para divisar mejor lo que indicaba el chofer, Atropellaron a alguien, exclama un joven, Uy estas cosas me ponen re mal, contesta el chofer deteniendo un poco la velocidad del bus, Es un perrito, dijo una señora y luego los curiosos voltearon y se acercaron lo mas que pudieron a la ventana para ver el espectáculo de la calle; y con cara de afligidos y de alegre curiosidad se escucha al chofer rematar, Espero que no haya sufrido! Y ya comenzaron a escucharse los murmullos y las anécdotas propias de los curiosos parlanchines, y las posibles hipótesis y conjeturas de lo ocurrido hechas por los curiosos investigadores. Y no se los escuchaban pero se veía en los rostros de los curiosos sensibles el dolor de la perdida y la satisfacción de los curiosos malvados al ver a la dueña del perrito llorar desconsolada. Y luego fueron los curiosos con diley los que continuaron con el trágico cuadro algunas cuadras mas.

sábado, 11 de julio de 2009

EL tren y la rutina

Ese dia tube una vision, si me subia al cole me agarraba el tren, es decir, 25` min. para ver el mismo espectaculo, quejas, rumores, gente pensando sin decir nada, y Rogelio durmiendo al lado mio, soñando con un boosque.
Entonces decidi tomar dos cuadras y tomar otro cole; ya el escenario era distinto y la brisa relajaba mi estado de animo. Pero eso no era todo, una vez arriba, otras caras, otros temas y Rogelio no estaba. A las 5 cuadras suben 2 policias, con los rostros blancos y agitados, murmuraban algo al chofer, y los pasajeros curiosos tratando de escuchar. A las dos cuadras, bajan corriendo, y uno toma a una mujer por el cuello, el otro core y corre a otra mujer pero sin exito; el chofer, detiene la marcha, los pasajeros mudos, por ultimo el segundo policia detiene a la mujer, pero una tercera se escapa caminando.
Comienzan las quejas y los rumores pero esta vez sobre la policia, y yo como siempre en silencio, me pregunto: ¿habran robado un banco? ¿o simplemente eran actores para cambiar la rutina de la gente?. Por ultimo pienso: ¿me hubiera agarrado el tren si me subia al otro colectivo?

viernes, 10 de julio de 2009

Cambio la historia

Ahora es solo un viejo el que sube, su cara es de nostalgia, su silencio es pesado. Saluda muy cortes al chofer y a sus amigos de bondi pero ya no tiene esa chispa. Se sienta alejado del grupo con la misma expresión en el rostro todo el viaje.
De su compañero no se nada, pero temo lo peor. Es triste cuando las historias cambian para mal, saber que la gente era feliz 10 minutos al día y ahora ni siquiera eso.
El sol con forma de 141 nos muestra las verdaderas caras de la realidad y parece ser que en este cielo de asientos ocupados también se sufre.

La arrepentida

Ella siempre sube con actitud de decidida.
Alegremente saluda al chofer. Marca su tarjeta estando bien afirmada del caño.
Luego se afirma el bolso bajo el brazo y se encamina hacia el pasillo.
Siempre se dirige a la fila de un asiento.
Se sienta.
Se coloca el bolso sobre las faldas.
Se muestra un tanto arrepentida del lugar escogido.
Se levanta.
Se afirma el bolso bajo el brazo.
Se pasa a la fila de dos asientos.
Se sienta.
Se coloca el bolso sobre sus faldas.
Mueve la cabeza de un lado a otro.
Mira hacia fuera.
Mira hacia el bolso.
Mira hacia atrás.
Se vuelve a parar.
Afirma el bolso bajo su brazo.
Se desplaza unas filas hacia atrás.
Se sienta junto a la ventana.
Coloca el bolso en sus faldas.
Mira hacia fuera.
Mira hacia su bolso.
Mira el celular reiteradas veces hasta que llega el momento de descender.

Amor

El es un chofer. Ella es una pasajera.
El la corteja en silencio, la espera cuando ella se retrasa al horario.
Ella le sonríe al subir, le toca el hombro junto a su cálido “ buen día”.
El le regala el boleto, se pelea con todos para que no lo saquen del turno.
Su amor brutalmente platónico se remite a esos 5 segundos en el cual sus miradas se entrecruzan y se sonríen y luego, mordiéndose los labios el enmudece, y piensa en lo tonto fue al no decirle lo que verdaderamente siente y espera ansioso el nuevo día para volver a verla en esos 5 segundos de vida y de muerte, en esos 5 segundos de amor fugaz de colectivo.

Amistad

Las amistades de bondi son las más fugaces, pocos minutos por día, un mismo contexto, mucha apertura confesional y poco compromiso con la misma.
El chofer intercambia datos con el pelado, ambos se cuentan anécdotas, recetas, comentan de futbol y motores, y hasta ya se saben algunos nombres de las familias…
Las gordas charlatanas se sientan en los asientos laterales, muy de piernas desparramadas hacia el pasillo y hablan sin cesar de sus hijos y lo duro que es ser ama de casa…
Marcelo sube, siempre vestido deportivamente y se sienta junto a Bigotes, hasta que llegan los dos viejitos. Suben siempre alegres, contando chistes y bromeando al chofer, nunca se tutean siempre con respeto. Primero se sienta el pelado, siempre viste pilotín, luego se para y con un gesto cordial le indica el asiento de la ventana a su compañero. Casi siempre se sientan en la hilera tres y generan todos los días una charla colectiva - literalmente hablando – con los pasajeros ya mencionados.
Lo que no saben los viejitos es que todos sus amigos de bondi sospechan que son pareja, y ahora que lo pienso yo también… pero esa es otra historia.

El saludo

Nunca se sabe si le agrada al chofer que se le salude. A veces contesta de mala gana, a veces no contesta, pero siempre mira como esperando el saludo.
La tercera pasajera que sube después de mi le ha brindado una semana de saludos y sonrisas a la que el chofer nunca contesto. Ayer, la máquina de tarjetas cambiaria esta historia al no devolverle la tarjeta a la pasajera y al obligar al chofer a interactuar varios minutos con ella.
Hoy, el chofer le devolvió el saludo

El frio

“Hay no me bajaría nunca!!”,- exclama una pasajera - manifestándole al chofer su deseo de permanecer a bordo del colectivo, como si el colectivo fuese el ultimo instante de libertad, el ultimo para descender hacia la realidad fría y vacia de la obligación.
Se frota las manos, le regala una sonrisa, respira profundo y conteniendo el aire desciende y se pierde entre la bruma.

Reflexion

Hoy iba en bondi hacia el trabajo y tuve una reflexión. Tengo miles de reflexiones pero de esta me acorde todo el día, por eso es que la cuento (en son de festejo).
Iba, entonces, viajando en el bondi 141 hacia el trabajo cuando el colectivero divisa tarde a una pasajera y frena media cuadra después. Se golpea la cabeza y comienza a retroceder en busca de la persona. Una vez alcanzada, el colectivero la saluda y le pide disculpas, la mujer sube riéndose de la situación y luego se sienta en una butaca con esa alegría de ser alguien mini importante por un instante ante una multitud de desconocidos que no podía mas...
Reflexión: " Es necesario e importante recibir esos golpes de atención social que esperanza al ciudahumano y genera confianza y autoestima al ser".