“Hay no me bajaría nunca!!”,- exclama una pasajera - manifestándole al chofer su deseo de permanecer a bordo del colectivo, como si el colectivo fuese el ultimo instante de libertad, el ultimo para descender hacia la realidad fría y vacia de la obligación.
Se frota las manos, le regala una sonrisa, respira profundo y conteniendo el aire desciende y se pierde entre la bruma.
viernes, 10 de julio de 2009
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